Lo primero que hay que hacer es explicar qué es un kei car. A muchos de vosotros seguro que os “suena a chino”. No vais desencaminados. A grandes rasgos, luego entraremos más a fondo a conocer estos vehículos, los kei cars son minúsculos coches ideados en Japón para circular por las ciudades más concurridas del mundo. Su escaso tamaño hace de ellos un medio de transporte ideal en muchas de esas urbes en las que las aglomeraciones están a la orden del día y lograr una plaza de aparcamiento es poco menos que una utopía.
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Características de los kei car
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El aprovechamiento del espacio en estos vehículos es impresionante. Debe serlo habida cuenta de sus escasísimas dimensiones. Los kei car oscilan entre los 3,39 y los 3,99 metros cúbicos y tienen 4, 5 u 8 plazas. Los motores son de tres cilindros y 700 centímetros cúbicos.
Obviamente no podemos pedir que estos vehículos sean muy potentes. Si las características reseñadas ya sorprenden, el hecho de que fueran muy veloces sería algo, directamente, disparatado. Ciencia ficción. Los más veloces tienen 64 cv, aunque lo normal es que no pasen de 58. Algunas de los más importantes fabricantes de coches se han apuntado a la moda de los kei car: Honda, Nissan, Suzuki, Daihatsu o Toyota ya tienen el suyo circulando por el asfalto nipón.
Existen kei cars descapotables, deportivos y todo terrenos. También los hay que parecen una suerte de maquetas de los monovolúmenes más vendidos. En multitud de casos, además, estos vehículos son construidos, prácticamente, a la carta. El comprador elige la forma y el tamaño de los asientos, el tipo de las puertas, correderas muchas veces; en definitiva, hasta el más mínimo de los detalles, por nimio que parezca.
Los kei car se han hecho para Japón, sin embargo, ya son muchas las voces que reclaman vehículos de esta índole para las ciudades europeas.
Otra ventaja de este tipo de coches es que están sujetos a bonificaciones y descuentos. Los seguros son más baratos y los impuestos más bajos. Asimismo, por supuesto, su precio de compra es menor al de cualquier otro vehículo normal y no precisan de certificado de plaza de aparcamiento.
Una solución a los continuos problemas de tráfico que, día tras día, asolan a la que es la ciudad más poblada del mundo, Tokio.
